Hacia adelante
La última vez que me marché sin mirar atrás, estaban ocurriendo demasiadas cosas y demasiado deprisa.
Recuerdo que dejé que la corriente me arrastrara y me golpeara en cada orilla, haciendo crecer la sed de venganza en mí.
¡Él me rescató!
Recuerdo que dejé que la corriente me arrastrara y me golpeara en cada orilla, haciendo crecer la sed de venganza en mí.
¡Él me rescató!