domingo, julio 09, 2006

No se puede decir más claro

Rajoy, el insumiso

A Mariano Rajoy algo le sentó mal en el desayuno de ayer. O fue el café, los bollos o el puro. Pero está claro que, fuera lo que fuese, le sentó como un tiro. Espero que el problema sea digestivo, porque si no solo nos queda la variante mental. Como soy de los que creen que el jefe de la oposición conoce las repercusiones de sus palabras, solo me queda pensar que lo de ayer fue una indisposición gastrointestinal en toda regla.

Rajoy ayer se declaró insumiso en rebeldía. Lo hizo al negar al presidente del gobierno. Es una irresponsabilidad de carácter elegíaco que roza el delito y el delirio. Al pobre Mariano, perdido en su enajenación, hay que ayudarle. Debemos aconsejarle que no se junte con malas compañías. Estoy seguro que estar tanto tiempo con Zaplana, Acebes y la inimitable San Gil es perjudicial para la higiene intelectual de cualquiera.

Es nuestra obligación de demócratas recordarle, al copresidente del PP, que si considera que el Estado de Derecho tiene un presidente no representativo, por algún extraño suceso extraterrestre, debe, inmediatamente, presentar una moción de censura. En los países civilizados y democráticos las cosas se discuten hablando, no difamando y generando una confusión infecta.

Rajoy rompe el orden institucional y pretende desacreditar la representatividad que si tuvo el omnipresente Aznar para enviarnos a una guerra. España, y no el PP, formaron parte del trío de las Azores. El estado español, y no Aznar, apoyaron, obviando los vientos demoscópicos contrarios, el envío de tropas a Irak. También fue el gobierno español el que habló con ETA cuando Él gobernaba.

Rajoy debe saber que a Zapatero solo se le puede combatir con ingenio político. Con el alboroto, las zapatiestas, el follón y la trifulca conseguirá lo contrario de lo que busca: apuntalarlo. En el juego político no vale todo. Erosionar a un gobierno es una cosa, erosionar la democracia es, simplente, fascista. (fuente)